Mario Hamuy: “La Ciencia (como la Torá) también tiene sus límites”
Mario Hamuy, presidente de la Fundación Chilena de Astronomía y Premio Nacional de Ciencias Exactas, conversó el pasado 3 de agosto con el físico teórico Dr. Andrés Gomberoff en nuestra Comunidad Sefaradí.
Por Ana Luisa Telias
Durante ese atardecer a través del conversatorio entre ambos científicos pudimos entender qué ocurrió en el Big Bang, cuando el Universo con un impulso de energía transitó de un volumen muy pequeño -un átomo primitivo- a una pelota de básquetbol en menos de un segundo. Desde entonces, el espacio ha seguido su expansión.
“¿Qué pasó antes del Big Bang? No lo sabemos. Para entender qué sucedió antes de la inflación necesitamos una teoría física que no existe, conectar la teoría gravitacional de Einstein con la teoría microscópica de la mecánica cuántica. No tenemos hoy datos de lo que ocurrió antes del Big Bang ni tampoco las herramientas teóricas”, afirmó el astrónomo Mario Hamuy.
Es cuando el astrónomo de la U. de Chile se detiene y nos dice: “Quiero hacer una declaración de humildad tal como lo hizo previamente el rabino -Efraim Rosenzweig- cuando nos hablaba que la Torá no pretender ser un libro de Ciencias. La ciencia también tiene sus límites”.
Al introducir la velada, el rabino Rosenzweig habló acerca de las preguntas esenciales que se hace desde antaño el ser humano: “¿Cuál es el origen de todo? ¿De dónde venimos? ¿Qué había antes?”. Inmediatamente indicó que “muchas veces se dice que la Torá choca con la ciencia y es parte del error suponer que la Biblia es un libro de ciencia. ¡Y no es un libro de ciencia! Tampoco de historia, tampoco de arqueología ni de antropología. Es un libro que nos trae mensajes para el ser humano; enseñanzas profundas acerca de cómo debemos actuar en la vida, cómo debemos actuar con nuestro prójimo, con nuestra familia, con el mundo en que vivimos y el medio ambiente en que nos desenvolvemos”, aclaró el rabino.
El ritmo de expansión del Universo
Aprendimos muchas cosas más cuando Mario y Andrés nos explicaron las teorías de Henrietta Leavitt y Edwin Hubble, descubriendo que el Universo está lleno de galaxias como la nuestra y las más lejanas se alejarían más rápido de nosotros. Y es así como no solo el espacio estaba lleno de galaxias, sino que además éste no era estático; las galaxias se alejan unas de otras. Hamuy nos explicó entonces que “no hay centro en el Universo, no hay observadores privilegiados, todos observamos lo mismo desde donde nos encontremos, en cualquier galaxia, y eso es tremendamente importante porque demuestra que lo que se está expandiendo no son las galaxias, sino el espacio, la malla del espacio, tal como lo anunció Einstein en 1915”.
Para investigar el ritmo de la expansión del Universo en el pasado, Hamuy nos contó que en 1990 levantaron un proyecto Calan -Tololo – colaboración entre U. de Chile y Cerro Tololo- que les permitió establecer el método para medir con precisión distancias a galaxias a 500 millones de años luz. Para ello, observaron las supernovas, estrellas que al final de sus días explotan y expulsan los elementos químicos como el carbono, calcio, oxígeno, hierro que habían fabricado durante millones de años y que se produjeron en las entrañas de una estrella. Y a partir de su explosión en el espacio nacen nuevas generaciones de estrellas como el sol y con esos elementos químicos logra formarse un planeta como el nuestro.
Trabajaron con el astrónomo Brian Schmidt –posteriormente Premio Nobel de Física- buscando supernovas más lejanas con el telescopio más grande del cerro Tololo. “Teníamos decenas de supernovas descubiertas y medidas, cuando graficamos distancias versus velocidades, las distancias medidas con las supernovas y las velocidades medidas por el efecto Doppler, vimos que la curva de las galaxias mostraba que el Universo en vez de frenarse se aceleraba”, comentó.
Era dorada de la astronomía
Hamuy señaló que nos encontramos en la era dorada de la astronomía chilena que continua con la construcción de telescopios extremadamente grandes en el norte de Chile y que nos ubica en el epicentro de la astronomía óptica de los telescopios ubicados en la superficie de la Tierra. Estos arrojarán datos complementarios a los del telescopio espacial James Webb que recientemente lanzó la NASA.
Hasta ahora el telescopio espacial otorga imágenes más profundas de las primeras galaxias, a 300 millones de años después del Big Bang. “Lo que me encantaría que James Webb obtuviera, son imágenes más profundas de la época en que no había galaxias: entre el Big Bang y las primeras galaxias”. Agregó que le “gustaría que pudiera ver el amanecer cósmico, cuando empiezan a brillar las primeras estrellas en el Universo”, sostuvo.
El velo cósmico
Según Hamuy, no vamos a poder ver más allá del Big Bang porque es el momento en que el espacio comienza a expandirse. “Hay un velo que rodea el Big Bang, que se llama fondo de radiación cósmica, luz fósil. El universo era opaco, no se podía ver a través de esta nube, que está a 350 mil años de distancia y tiempo del Big bang. Esa esfera encierra los secretos de lo que ocurrió en el Big Bang”.
Los astrónomos como él están cada vez más obsesionados por descifrar este fondo de radiación cósmica “porque en su superficie tenemos la esperanza de desentrañar los procesos físicos que ocurrieron tras el Big Bang, pero no podemos atravesar esa frontera natural que nos impone la Naturaleza que es una especie de censura cósmica como la de los agujeros negros”, indicó.
Hay esperanza. Nos contó que, en el norte de Chile, el Atacama Cosmology Telescope está abocado a medir la luz polarizada del fondo de radiación cósmico y quizá emerja desde ahí evidencia de las ondas gravitacionales del Big Bang.
El físico Andrés Gomberoff, -quien condujo el conversatorio- agregó que desde hace unos años se han desarrollado telescopios gravitacionales, y se han visto ondas gravitacionales capaces de atravesar ese velo. “Tenemos la esperanza que los observatorios gravitacionales se desarrollen más y nos permitan ver más en profundidad que ocurrió durante esta época oscura, antes de la conformación de las primeras galaxias”.
Quienes lo presenciaron en la Comunidad Sefaradí, vivieron una noche cósmica donde todos los astros se alinearon viajando por el espacio hacia el Big Bang. Si lo quieres revivir, puedes verlo en nuestro canal Youtube:
Viaje al Big Bang“El universo, hoy en día, está rodeado de radiación fósil del Big Bang”, Mario Hamuy