Vaieji

By enero 9, 2020 Parashot
10 enero del 2020 / 13 Tevet 5780  

(Génesis 47:28-50:26)

Es interesante mencionar que la parashá que leemos éste Shabat que es la parasha Vaeiji, “y vivió” no nos habla precisamente de la vida de Yaacov, sino de su muerte.
Los jajamim desearon comenzar con la palabra Vayejí, “Y vivió”, que se encuentra en el medio de un párrafo, para insinuar que Yaacov realmente no falleció, sino que continúa con vida. En el caso de Avraham e Yitsjak, el texto afirma: “Y expiró y murió”. En cambio, en el caso de Yaaacov, el texto reza: “Y expiró y se unió a su gente”. No se menciona que murió.
De acuerdo con Rabí Yojanán: “Nuestro padre Yaacov no murió. Le dijo alguien: ‘Entonces fue en vano que se enlutaron por él, lo embalsamaron y enterraron’. Respondió Rabí Yojanán que se trataba de una interpretación alusiva de acuerdo con la frase: ‘Y tú, no temas, mi siervo Yaacov…, te salvaré de lugares distantes y a tus descendientes de la tierra de su cautiverio…” (Jeremías 46:27). Al hacer un paralelismo entre Yaacov y sus descendientes, se puede afirmar que tal como su descendencia vive, igualmente Yaacov vive. De acuerdo con el Talmud, Yaacov fue embalsamado porque creían que había muerto, pero en realidad continúa con vida.
Los jajamim interpretaron la frase yoshev ohalim: quien reside en carpas, como una alusión a los estudios que realizó en las escuelas de Shem y Éver, los dos grandes eruditos de la época. En este sentido, la tradición enseña que Yaacov transmitió a su descendencia la importancia del estudio, indicación que recoge la Mishná cuando afirma Talmud Torá kenégued kulam, “el estudio tiene preferencia ante otras virtudes”.
Esta es la gran enseñanza de Yaacov. Sigue viviendo mientras profundizamos nuestro estudio de las fuentes y de la Torá.
En segundo lugar sugerimos el valor de la integridad de la familia. No obstante la presencia de cuatro esposas, Yaacov logró el entendimiento y la lealtad entre sus hijos.
Está claro que esta relación afectiva fue precedida por una larga trayectoria que incluyó la envidia y los celos, el odio y la agresividad entre los hermanos. Tal vez el episodio del viaje a Egipto en búsqueda de alimentos y la confrontación con el gobernante egipcio que era realmente su hermano Yosef, a quien no reconocieron, fue el agente catalítico para acercar a los hermanos. Pero sobre todo sirvió para que reconocieran los errores que habían cometido en el pasado, especialmente con su hermano Yosef. El crecimiento emocional y espiritual exige la valentía y coraje de enfrentar el error, el pecado en el lenguaje bíblico.
De estas cualidades que Yaacov dejó como legado a su descendencia se deriva la idea de que el patriarca aún continúa con vida, porque son los elementos fundamentales que han permitido que, de forma paralela a la desaparición de colosales civilizaciones, el pueblo judío haya logrado sobrevivir a todos quienes intentaron exterminarlo.

Shabat Shalom!!!
Rabino Efraim Rosenzweig