Noaj

By noviembre 11, 2019 Parashot

(Génesis 6:9-11:32)

La lectura de la Tora de este Shabat es un texto muy conocido en la literatura universal y es la Parasha Noaj.

Gneralmente cuando hablamos de la parasha Noaj hacemos referencia al famoso diluvio universal.

Nuestros capítulos contienen el relato de otra catástrofe: el episodio de la Torre de Babel. En este caso no está claro cuál fue el comportamiento indebido que condujo a la destrucción de la torre. Una lectura del texto bíblico sugiere que una edificación tan alta tenía como propósito servir de punto de referencia, de manera que la población no se dispersara. Cuál es el pecado?  Donde está la falta cometida?

No obstante, se puede razonar que la torre significaba un desafío a Dios. Al no visualizarlo en los cielos, tal vez quisieron negar su existencia. El castigo por este hecho consistió en su dispersión a lo largo y ancho de la tierra. En cambio, por sus pecados, la generación del diluvio fue totalmente eliminada.

¿A qué se debe esta diferencia de castigo por la desobediencia? Aparentemente, pecar contra otros seres humanos es peor que faltar ante Dios. Algo parecido para observarse luego en el desierto con el pueblo hebreo en donde el pecado del becerro tuvo un castigo menor que el de los espías. Es peor faltar al prójimo que faltar a Dios.

La generación del diluvio fue destruida finalmente porque no respetó la vida y la  propiedad del prójimo.

El Netsiv tiene una idea muy original. Sostiene que la torre servía para vigilar los movimientos de las personas, una especie de “torre de control”. No deseaban que la gente se dispersara para poder supervisar sus pasos y acciones. De acuerdo con otros exegetas, la torre tenía el propósito de imponer una idolatría uniforme, y por ello, querían mantener a la gente concentrada geográficamente.

Rabenu Bajyá sostiene que sabiendo que Dios no destruiría la tierra por un nuevo diluvio, la generación de la torre temía ser aniquilada por unas llamas provenientes del cielo, amenaza que la elevada construcción prevendría.

De las opiniones citadas se desprende que regía un grado de hermandad entre la gente. No deseaban alejarse unos de otros. En cambio, la enemistad y el desprecio eran una constante en la generación del diluvio, porque muchos trataron de impedir que Nóaj y sus familiares entraran al arca que los salvaría.

Tal vez el gran pecado de la generación de la Torre de Babel fue su deseo de imponer la uniformidad en el pensamiento y en la acción.

Porque cuando se introduce en la sociedad un criterio equivocado, en la presencia de una variedad de opiniones, existe la posibilidad de corregir el error.

Pero cuando la sociedad, en su totalidad, está sometida a una sola idea, la posibilidad de un cambio, de un toque de timón, luce remota. Por ello, las dictaduras imponen la uniformidad, para evitar que surjan alternativas que puedan amenazar su hegemonía.

La riqueza de una sociedad reside en pensar distinto pero respetando las diferencias.

Shabat Shalom!!!

Rabino Efraim Rosenzweig