Claude Stuczynski:
LOS REYES CATÓLICOS EXPULSAN A LOS JUDÍOS PARA PERMITIR A LOS MARRANOS SER CRISTIANOS
Se acerca el aniversario número DXXX del Edicto de Granada. Conversamos con Claude Stuczynski, profesor del depto. de Historia General en la Universidad Bar-Ilan.
Por Ana Luisa Telias
El Decreto de Alhambra del 31 de marzo de 1492 fue el momento en que los reyes católicos decidieron expulsar a la totalidad de la comunidad judía que vivía en España, en las coronas de Castilla y Aragón. ¿Cómo interpreta hoy a 530 años este suceso?
El decreto no por casualidad fue realizado en un palacio que había sido hace poco conquistado de manos nazaríes, en el último reino musulmán que había quedado en la Península Ibérica; el Reino de Granada. (…) A mi juicio, si bien cada minoría es un mundo en sí, y no necesariamente hay siempre buenas relaciones entre ellas, que nadie se haga ilusión: en el momento en que uno comienza a odiar o a perseguir a una minoría, pues seguramente va a llegar el turno de la otra minoría. Que lo queramos o no, las minorías por su propia definición son frágiles, y por lo tanto, viviendo hoy en un mundo de invasiones, conquistas, de guerras espantosas, uno de los mensajes del Edicto de Alhambra es preocuparse por el grupo al que uno pertenece, pero ser sensibles al dolor de los demás, no solamente porque somos seres humanos, sino porque el dolor de los demás puede ser muy rápidamente nuestro dolor también. La derrota de los musulmanes trajo consigo la expulsión de los judíos.
El segundo punto es la tolerancia; la importancia de intentar vivir los unos con los otros a pesar de nuestras diferencias culturales, religiosas. La España con la conquista de Granada se transformó en una España de una religión. Y esto tuvo una influencia terrible para la cultura española. Y el tercer punto, nos muestra que a pesar de la expulsión y de todo el dolor y la incertidumbre y la miseria que eso conllevó, los judíos de Sefarad pudieron establecer espléndidas diásporas en el mundo Mediterráneo, luego en Europa y en el Nuevo Mundo (…) Quizá una respuesta inconsciente frente a los que han mal usado la fuerza, respondiendo con la creatividad, con la espiritualidad, con la cultura.
¿Estaban las condiciones para saber que los iban a expulsar o los judíos se enteraron de manera repentina?
Uno puede tener una visión idealizada de la convivencia en la España entre las tres culturas. Hubo muchas veces momentos de paz, de relativa armonía, de intercambio cultural. Pero también hubo preconceptos y momentos de violencia. La convivencia no quiere decir una vida armónica. La convivencia quiere decir que hay conflictos que se resuelven entre los tres, son esas parejas que tienen discusiones, pero quedan juntas. La coexistencia se trató de influencias mutuas en el idioma, la comida y la mentalidad, entre judíos, musulmanes y cristianos en la Península Ibérica.
En la época del decreto de Alhambra, Isaac Abravanel, nacido en Portugal cuya familia venía de Sevilla, se transformó en un judío de la corte española. Conocía a los reyes católicos Fernando e Isabel. De lo que sabemos de él y de Abraham Senior, el decreto del 31 de marzo de 1492 de expulsar a los judíos en cuatro meses, fue una sorpresa absoluta. Primeramente, porque pensaron que la conquista del islam era una cuestión política militar, la cuestión de los judíos no era ningún factor de enemistad o de amenaza política o militar para los reinos católicos. No hicieron un nexo circunstancial, entre los unos y los otros. Tenemos crónicas que hablan que judíos de Granada que vivían junto a los musulmanes, se sumaron a las fiestas de victoria cuando los católicos entran en Granada. Pensaron que ahora iban a tener a estos defensores de la minoría judía. ¡Cuánto se equivocaron!
Judíos como Isaac Abravanel o Abraham Senior, podían tener la impresión que el odio, la persecución no estaba dirigida contra ellos, sino contra los marranos. Muchos de ellos ven a los marranos como hermanos judíos y otros, los ven como traidores. En 1478 se crea la Inquisición española, justamente para perseguir y reprimir a todos esos marranos o conversos que se sospechaba de herejía judía. Entonces, ya existía la Inquisición, algunos alborotos, por lo tanto, no hicieron el nexo.
Se conservaron dos copias del edicto de Alhambra, son copias interesantes con variaciones. La razón invocada por los reyes católicos para expulsar a los judíos profesantes de España era la mala influencia que ellos tenían sobre sus hermanos conversos o marranos, que les comentaban cuándo iban a hacer Pesaj o Kipur y les daban carne kosher, solidaridad y por tanto, estos marranos no podían integrarse a la sociedad cristiana. Lo invocado en el edicto fue: expulsar a los judíos para permitir a los marranos ser cristianos. Ninguna de las dos cosas fue advertida por los líderes de la sociedad de la época.
Si bien los reyes católicos ayudaron a fundar los tribunales de la Inquisición en 1391, la conversión al cristianismo fue en general fruto de matanzas, de pogroms, vino desde el pueblo, de los fanáticos, desde el bajo clero. En los años 10 del siglo XV hubo reyes como el rey de Aragón, que apoyó una campaña misionera para la conversión de los judíos a través de una figura, un predicador llamado Vicente Ferrer. Pero cuando estamos en 1492, ya han pasado varias generaciones de conversos. Por lo tanto, el argumento de los reyes católicos es claro: nos encantaría que los judíos conozcan la verdad y sean cristianos. Aquellos que prefieran quedarse en España y se conviertan al cristianismo, van a ser aceptados. Acá el edicto de expulsión no tuvo como fin la conversión de los judíos, sino que la de separar a los judíos de los conversos. Querían que se fueran los judíos para que los que se convirtieran al cristianismo se integren. Esa era la voluntad formal de los reyes católicos pero gran parte del pueblo y de la iglesia, no seguía esa política. Para ellos, una parte de los conversos no eran conversos de verdad. Entonces, están en una situación trágica. Por un lado, no pueden ser judíos porque son perseguidos por la Inquisición, por otro lado, está el que le reprocha que no va a ser nunca un buen cristiano. Esto es lo que sucede en la sociedad en concreto.
Hay antisemitismo en el Edicto. De las dos versiones del edicto, hay una que habla que el pueblo ya no puede aceptar los préstamos a interés de los judíos, o la manera en que los judíos los explotan.
¿Cómo sugiere traspasar este legado a las nuevas generaciones?
Habría que mirarlo como una etapa dramática y muy triste de la historia judía, una época muy triste para la Humanidad, pero una época que, a pesar de la tristeza, va a nacer el judaísmo sefaradí. ¿La identidad sefaradí cuándo es que se forma? Con el exilio. Cuando los judíos de Sefarad llegan al norte de África, a Italia, al Medio Oriente, al Imperio Turco -Otomano, cuando mucho más tarde llegan hacia el norte, a Holanda, a Hamburgo, hacia Inglaterra y luego al Nuevo Mundo, al Brasil y cuando hay conversos que van a llegar hasta Chile en la época colonial. Es ahí en el exilio donde se va formando una idea de una comunidad de orígenes, una comunidad cultural. La identidad sefaradí se cristaliza en realidad y paradójicamente como consecuencia de la expulsión y del exilio.
El mensaje es: hacer todo lo posible para evitar que, en nombre de una ideología, ningún grupo sufra lo que sufrieron los judíos en España con la expulsión. Y otra lección es que vale la pena luchar por la identidad y la cultura. E inclusive cuando uno está muy mal desde el punto de vista sociopolítico o socioeconómico, uno puede transformarlo en una fuente de creatividad, en una fuente de espiritualidad y de continuidad. Si bien estamos en un mundo global, hay que estar muy orgullosos de nuestro pasado, y no hay que ceder a ningún tipo de modas ni de hegemonías, uno puede ser ciudadano del mundo, utilizar la tecnología, ir al mall y portar con honor y orgullo el acervo judío, el acervo judío sefaradí. Es lo que te da una razón más para vivir, una razón más para ir para adelante, y eso no tiene que ver con la cantidad, cuántos somos, tampoco con la fuerza, cuánto podemos, cuánto podemos influenciar, eso tiene que ver con nuestra convicción y nuestra voluntad de ir para adelante.
¿Qué valor histórico tiene para los judíos sefaraditas el descubrimiento de América? ¿Es mito o realidad que vinieron junto a Cristóbal Colón?
El cuento que Cristóbal Colón vino con judíos al Nuevo Mundo o el cuento que el Descubrimiento de América no era sino un plan B para la expulsión de los judíos de España son mitos, no tiene absolutamente ningún fundamento histórico. Hay un historiador como Salvador de Madariaga que ha tenido sus razones para decir algo así, pero no hay ninguna prueba, ninguna fuente que hable que Colón fuese de origen judío ni tampoco que haya venido un grupo de judíos en sus carabelas. Lo que sí hay es que en la tripulación de Colón había uno que otro de origen marrano y uno de ellos en especial, Luis de Torres, que vino como traductor, porque sabía el hebreo y el árabe. No nos olvidemos que cuando Colón zarpa desde el Puerto de Palos, pensaba llegar a Asia y en Asia había muchos musulmanes y quizá judíos. Y eran las lenguas que se conocían, por lo tanto, este traductor marrano de origen judío vino como traductor para encontrarse con gente que hablase en hebreo o en árabe, pero no hay ninguna base para pensar que hubiese una tripulación judía y que hubo algo organizado.
¿Qué beneficios trajo para los judíos esta expulsión?
En el acervo judío, en el Pentateuco, se nos insiste que no nos olvidemos que fuimos esclavos en Egipto. No para que nos acordemos de la historia, sino para que tratemos mejor a la persona que está en frente de nosotros. Y sobre todo, cuando es alguien que vive mal, es un inmigrante, un extranjero, es pobre, es un refugiado. Nuestro deber es recordar de cómo fuimos esclavos en Egipto. Y en el caso del judaísmo sefaradí, tenemos que recordar que fuimos expulsados de España. En consecuencia, tenemos una riqueza y un deber, de no permitir que ningún tipo de minoría pase lo que hemos pasado.
Este jueves 31 de marzo a las 19.30 horas te invitamos a la conmemoración del aniversario DXXX del Decreto de Alhambra, evento contará con la intervención del Dr. en Historia Moderna y especialista en Estudios Hebreos y Judaísmo hispano-portugués en la Edad Moderna, Ignacio Chuecas Saldías y el Investigador asociado de la Escuela Práctica de Altos Estudios de la Sorbona de París, Jesús de Prado Plumed, quienes entregarán distintas visiones del edicto de Granada y la supervivencia de los judíos de origen sefaradí.
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