Vezot Habraja

By octubre 9, 2020 Parashot
9 de octubre del 2020 / 21 Tishrei 5781  

(Deuteronomio 33:1-34:12)

Este Shabat se lee una lectura especial correspondiente a Shemini Atzeret. En Israel, ese día es también Simjat Torá, mientras que en la diáspora se agrega otro día que es adicional en donde se termina de leer la Torá. Este día de Simjat Torá, que quiere decir “la alegría de la Torá”, es seleccionado para finalizar el ciclo anual de lectura. Se lee lo que sería la última parashá Vezot Habraja.Tal como su nombre lo indica, es un momento de alegría y de regocijo por haber terminado la lectura (el estudio) completa de la Torá. El hecho que se dé comienzo a un nuevo período de lectura, el Shabat siguiente, significa que consideramos que uno nunca termina de estudiar la Torá. Cada lectura adicional, sirve para un aprendizaje nuevo, para una comprensión más profunda de este mensaje eterno.

Con su último aliento, Moshé bendice a cada una de las tribus de Israel. Moshé concluye sus palabras diciendo, ashreja Israel mi jamoja am noshá baShem, que quiere decir dichoso eres oh, Israel, ¿quién es como tú, Pueblo salvado por el Eterno? El Pueblo judío es, mi jamoja, un Pueblo simplemente distinto. No hay nadie como él, no porque sea mejor que los demás sino por la misión que recibió del Todopoderoso.

El Talmud y el Midrash contienen diversas versiones y relatos del fallecimiento de Moshé. Enterrado en un lugar desconocido a fin que su sepulcro no se convierta en un lugar de adoración. La tradición judía es muy celosa con su idea monoteísta y no permite que un ser humano sea confundido con la divinidad. Pero si no se sabe dónde está el sepulcro, ¿quién enterró a Moshé? Según una interpretación, D’os enterró a Moshé. Una segunda versión afirma que Moshé se enterró a sí mismo. La enseñanza que se deduce es que Moshé no ha muerto, en el sentido corriente de la palabra. La enseñanza de Moshé continua vigente hasta nuestros días.

En efecto, lo kam naví od beIsrael keMoshé, desde aquel entonces en los anales de nuestra historia no surgió una personalidad de igual fuerza espiritual. El liderazgo de Moshé es único.

El estudio cuidadoso del texto de la Torá revela una oposición básica al liderazgo supremo de un ser humano. Por ejemplo, en el caso del mélej Israel, la Torá concibe el nombramiento de un rey como una concesión a la debilidad del Pueblo, que desea ser como todas las naciones. La Torá previene que el mélej no deberá tener un harén, caballerizas, plata y de oro en abundancia, y todo ello se obtendrá a través de exigencias al Pueblo.

El Rey debía ir siempre acompañado por un sefer Torá, señalando que todo su poder está supeditado a la ley suprema de la Torá.
Moshé fue el que inicio el camino de la Torá guiando al Pueblo acerca de como debía conducirse a una Nación. Y lo hizo con suma modestia y responsabilidad, siendo un verdadero pastor, preocupado siempre por su rebaño. Hoy sigue siendo ejemplo de liderazgo y conducta.

¡Shabat Shalom ve jag Sameaj!