Shemot

By enero 8, 2021 Parashot
8 enero del 2021 / 24 Tevet 5781  

(Éxodo 1:1-6:1)

Comenzamos a leer en este Shabat el segundo libro del Jumash, que se denomina Shemot y le da también el nombre a la parashá.

 

Para la Biblia el nombre de una persona no es arbitrario. Tiene una significación importante. Por ejemplo, nuestros sabios afirman que, fuimos salvados de Egipto por varias razones, siendo una de ellas el hecho que no cambiamos nuestros nombres. Hay quienes señalan que, a través de los nombres que las personas asumen, es factible reconocer el grado de asimilación de un grupo a la sociedad mayoritaria.  El hecho de haber conservado los nombres hebreos es una demostración de la resistencia del Pueblo judío de aquella época a asimilarse a la sociedad egipcia, y de su apego a los patrones culturales y religiosos de los patriarcas.

 

Con la desaparición de la generación de Yosef y sus hermanos, se empiezan a sentir nuevas corrientes en Egipto. Los hebreos habían prosperado y se habían multiplicado. Cuando todo está bien, suelen presentarse los problemas. Vayákom mélej jadash, “y se erigió un nuevo rey” que no quiso reconocer el aporte de Yosef al bienestar del país. Nuestros sabios tienen opiniones divergentes con referencia a este nuevo rey. Algunos dicen que se trata efectivamente de un nuevo monarca que asciende al trono. Otros sostienen que el mismo rey sufrió un cambio.

 

¿En qué consiste el argumento de este nuevo rey? El Faraón teme que, en caso de una guerra, los hebreos pudieran plegar sus energías a las de los enemigos. Es cierto que nuestros antepasados fueron colocados en la abundancia en la tierra de Goshen, pero en realidad eran prisioneros en una especie de ghetto dorado.

 

El Faraón sospechaba que nuestros antepasados podrían aprovechar un estado de guerra para escapar de su cautiverio, a pesar de la fertilidad de la tierra de Goshen. La política egipcia consistió, entonces, en cambiar radicalmente la condición económica de los hebreos, obligándolos al trabajo forzado, aumentando periódicamente el rigor de las tareas, sin darles compensación alguna. El plan del Faraón buscaba, probablemente, que los hebreos olvidaran su preocupación por los derechos humanos básicos y la noción de la libertad, haciendo todo lo posible para dificultarles la satisfacción de sus necesidades básicas.

 

Vayélej ish mibeit Leví, vayikaj et bat Leví; “entonces un hombre perteneciente a la casta de Leví tomó a una hija de Leví”. Este versículo es notable, porque da testimonio de la valiente decisión de continuar con una vida familiar normal, aun bajo la amenaza de tener que perder algún hijo en esa unión que agrediera la dignidad humana, aún bajo la amenaza de muerte.

 

El Pueblo judío supo mantener la unidad familiar en las circunstancias más difíciles y duras, y superarlas a pesar de las amenazas a sus vidas.

Aprendamos de las historias de las familias judías para nuestro futuro Pueblo.

¡Shabat Shalom!