(Números 25:10-29:39)
L a parashá que leemos este Shabat que es Pinjás, está fuertemente relacionada al final de la parashá anterior. En el final anterior, se relata un episodio en el que la autoridad de Moshé fue retada por Zimrí, hijo del jefe de la tribu de Shimón, quien se presentó con una midianita llamada Kozbí, desobedeciendo el mandato formal de separarse de estas mujeres. En ese momento, cuando el Pueblo esperaba la respuesta a la osadía de Zimrí, con la posible consecuencia de la humillación de Moshé, Pinjás atravesó con una lanza tanto a Zimrí como a Kozbí. Debido a la acción de Pinjás, cesó la plaga que estaba diezmando al Pueblo, por su desobediencia con respecto al asunto de las mujeres midianitas.
La ambivalencia de los sabios del Talmud es clara. Por un lado, está la admiración por la valentía de Pinjás, pero al mismo tiempo estaban conscientes del precedente que ello implica: el individuo no debe actuar sin la autoridad para hacerlo. La sociedad no puede permitir que el individuo asuma el rol de juez y verdugo, sin un juicio previo.
Por lo antedicho, D’os ofrece a Pinjás, tal vez, su Pacto de Shalom, un pacto de amistad, porque cuando se desea influenciar –y posiblemente modificar– la conducta del individuo, es necesario acercarlo y demostrarle amistad.
Más aún, algunos exegetas opinan que, Pinjás no había sido incluido en la casta sacerdotal porque había nacido antes que su abuelo Aharón fuese consagrado como Cohén, y en reconocimiento a su acción es designado Cohén al igual que su futura descendencia.
¿Cómo se puede armonizar la conducta beligerante de Pinjás con su condición de Cohén, cuya característica fundamental es la paz que debe diferenciar a los descendientes de Aharón? Tal vez Pinjás trae la paz entre el Pueblo y D’os.
Con su acción decisiva, Pinjás pone punto final a las orgías con las mujeres midianitas, conducta que amenazaba con desviar al Pueblo de su recientemente adquirido compromiso con el monoteísmo.
uno de los Nombres de D’os. Por ello, se trata de una relación permanente, porque el Creador es eterno.
A veces hay que actuar de manera urgente, para enfrentar situaciones de emergencia y así puede llegar a entenderse la acción de Pinjas.
Por algo nuestros sabios nos enseñan que la acción de Pinjas es “halaja veein morim ken”, es una acción que debió hacerse, pero no debemos imitarla o enseñar que debemos actuar así siempre.
Quienes exponen sus vidas por defender el ideal de la fe, por su arrojo y valentía adquieren un lugar en el mundo de la eternidad. Quien lucha por la verdad y la justicia se impone, porque sus acciones conducen al Shalom: la paz.
¡Shabat Shalom!