Rabino Efraim Rosenzweig
(Deuteronomio 29:9-30:20)
Nos encontramos en el último shabat de este 5785 a pocas horas del comienzo de un nuevo año en el calendario judío. Es el final del mes de Elul, el mes de la introspección y el balance personal.
Después de las 98 maldiciones que el Pueblo judío escuchó al final de la parashat Ki Tavó, el Pueblo se encontraba golpeado y perplejo por semejante reprimenda. Moshé los alentó con las palabras que dan comienzo a la parashá de esta semana que se llama Nitzavim: “Hoy están parados”. A pesar que han pecado muchas veces, todavía están aquí, de pie frente a D’os. ¿Estaba Moshé tratando de minimizar la severidad de la reprimenda Divina, o implicando que era sólo una amenaza que no se haría realidad? Más aún, ¿cómo pudo decir Moshé que estaban vivos y bien a pesar de sus pecados, cuando en realidad en el desierto había muerto toda la generación que había salido de Egipto mayor de veinte años?
Más bien, la intención de Moshé era asegurarle al Pueblo judío que el propósito de las maldiciones no era vengarse de sus pecados, sino asegurar su supervivencia como una nación. Y por eso él les dijo: “Todos ustedes – kuljem – están parados aquí hoy”. Después de todos los pecados y todos los castigos, la comunidad es eterna. El concepto de muerte no existe respecto a la comunidad.
Esta parasha se lee tradicionalmente en el último shabat del año y previo a Rosh Hashana. Se nos enseña de esta manera la necesidad de fortalecer nuestro vínculo con la comunidad previo a los Iamim Noraim
Nuestra relación con D’os existe de manera mucho más poderosa a través de la comunidad; la Torá no se les entregó a individuos, los pactos tampoco fueron hechos con ellos. Nuestra relación con D’os existe únicamente como miembros de la comunidad judía.
Maimónides (Teshuvá 3:24) describe a un hereje como quien respeta todas las mitzvot pero se separa del Pueblo judío. Sin un lazo con la comunidad, no puede haber un lazo con D’os y la Torá. Hillel enseñó (Pirkei Avot 2:5): “No te separes de la comunidad”. La Mishná continúa con enseñanzas de Hillel que parecen ser adicionales y que no están relacionadas con este principio. Sin embargo, un estudio más profundo de la Mishná revela que en realidad son la refutación de varios argumentos que hablan de separarse de la comunidad. “No confíes en ti mismo hasta el día en que mueras”. No creas tener la suficiente fortaleza espiritual para funcionar por tu propia cuenta, sin el apoyo de una comunidad judía. No confíes en tu aparente seguridad espiritual, porque nunca está garantizada.
Al acercarse Rosh Hashaná pueda el sonido del shofar convocarnos a reforzar nuestro compromiso y nuestra cohesión con la comunidad.
Shabat Shalom ve shana Tova!