Rabino Efraim Rosenzweig
Al llegar este shabat estaremos celebrando la festividad de Shavuot que comenzó ayer por la noche. Shavuot es una de las celebraciones más importantes del luaj ivri, del calendario hebreo.
En Israel se celebra un solo día tal como lo establece el texto bíblico. Pero en la diáspora son dos días de festividad, de acuerdo al día festivo agregado en las festividades de peregrinaje.
Shavuot forma parte de las festividades bíblicas, aquellas que forman parte del Pentateuco. Es una de las tres conmemoraciones de peregrinaje, en hebreo, Shloshet haregalim. Eran fiestas en las que el Pueblo se dirigía desde todos los rincones de la tierra de Israel, hacia la ciudad de Ierushalaim.
A diferencia de las otras festividades mencionadas en la Torá, no se nos indica la fecha del calendario en que se celebra de manera directa, sino que se nos dice que deberemos contar siete semanas completas desde Pesaj y el día quincuagésimo será convocatoria sagrada.
Otra característica particular de Shavuot es que no tiene- a diferencia de las otras festividades- una mitzva especifica que la marque. Mientras que en Pesaj no comemos jametz y debemos comer matzá y realizar el seder con sus mitzvot, en Sucot habitamos en la suca, y bendecimos las cuatro especies, en Shavuot no tenemos una mitzvá especial.
Como los otros regalim, también Shavuot tiene un sustento de origen agrícola, ya que en esa época era la cosecha del trigo propio del fin de la primavera y el inicio del verano y, es también la época en que se traían los primeros frutos del campo como ofrenda al Templo. Por ello es conocida como Jag Bikurim, fiesta de las Primicias.
Shavuot es una celebración central de nuestro Pueblo. Conmemoramos la entrega de la Tora, el evento más importante de nuestra historia nacional, conocido como la revelación.
La lectura de la Torá de la primera mañana de Shavuot (en la Tora y en Israel es un solo día y en la diáspora son dos) corresponde al relato de la Revelación en el Monte Sinai y a la entrega de los Aseret Hadibrot, los diez mandamientos. Este episodio constituye el evento más importante en la historia de nuestro Pueblo y tiene un carácter inigualable. De no haber sido por Shavuot, no tendríamos Pueblo judío, porque lo que nos hace distintos, diferentes y únicos es precisamente la entrega de la Tora. La primera noche es tradición celebrar un tikun, una velada de estudio durante toda la madrugada. También acostumbramos a ingerir en esta celebración productos lácteos recordando que recién con la entrega de la Torá se tomaron las leyes de kashrut y solo en un principio se pudo comer alimentos lácteos hasta que el pueblo aprendió las demás leyes.
La salida de Egipto fue solo el inicio de un proceso que solamente alcanzo su plenitud en el monte Sinaí. No tendría sentido ser libres, sino tenemos un manual para la vida que nos guie y nos indique cual es el camino por seguir.
Por eso en el Talmud Shavuot es llamada Atzeret, que en una de sus posibles acepciones es “detención” o “conclusión”, ya que Shavuot sería la conclusión de Pesaj. Pesaj finalizaría con Shavuot.
La Tora es esa guía, ese manual, que se nos entregó en Shavuot y que nos permite seguir existiendo como nación.
¡En vísperas del inicio de Shavuot, comprometámonos con el mensaje de nuestra sagrada Tora!
Shabat shalom y Jag saméaj!