(Números 30:2-36:13)
La última de las parshiot del sefer Bamidbar, la parashat Masei nos relata acerca de la intención de algunas tribus de no ingresar a la Tierra Prometida y permanecer del otro lado del río Jordán. Las tribus de Reubén, Gad y Menashé poseedoras de amplios rebaños de ganado se habían dirigido a Moshé para solicitar su consentimiento para permanecer en las fértiles tierras de la mencionada orilla oriental del Jordán, aunque prometieron que cruzarían el río para ayudar a las otras tribus en la campaña de la conquista de la Tierra Prometida.
Construirían establos para sus animales y ciudades para sus niños, y luego se juntarían con el resto del pueblo para la tarea de la conquista.
Moshé respondió afirmativamente a la solicitud de estas tribus, pero cambió el orden de las cosas. Antepuso la construcción de las ciudades para los niños a la construcción de corrales para los animales. De esta manera, Moshé jerarquizó la importancia de lo humano por encima de lo material.
Es una lamentable realidad, porque hay personas que optan por la bonanza material, la acumulación de bienes, por encima del bienestar personal.
Moshé apuntó hacia aquellos que colocan el éxito económico por encima del desarrollo emocional y espiritual de sus familiares. De acuerdo con Rashí, las tribus de Reubén, Gad y Menashé demoraron catorce años antes de retornar a sus hogares en la otra ribera del Jordán, el territorio de Transjordania, conocido en la actualidad como el Reino de Jordania. No estuvieron con sus hijos en los años formativos, especialmente aquellos que dejaron niños pequeños en sus respectivos hogares.
Aparentemente, el deseo de riqueza nunca se satisface. En el caso de las posesiones materiales, no hay límite. Según el Talmud, “quien tiene cien, desea doscientos”.
De cierta manera, estas tribus demostraron desconfianza en la promesa Divina, porque pensaron que no habría suficientes campos con pasto para sus animales en Israel.
Por otro lado, cabe destacar la honorabilidad y lealtad demostradas por los miembros de estas tribus, por su disposición a apartarse de sus hogares para ayudar a sus hermanos en la conquista de la Tierra Prometida. Separados del resto de las tribus, existía la posibilidad que estas tribus perdieran progresivamente su identidad y se integraran al medio ambiente de la región.
Sin embargo, Moshé claramente les enseño cual es el orden de prioridades en la vida, en las que la unidad de la familia esta antes que los logros materiales.
¡Shabat Shalom!