(Éxodo 13:17-15:26)
“Be jol dor vador jaiav adam lirot et atzmo keilu hu iatza mimitzraim”
E n cada generación debe el ser humano verse a sí mismo como si él hubiera salido de Egipto” (hagada de pesaj). Estas palabras de la hagadá, nos enseñan el profundo significado que tiene esta festividad que integra el grupo de celebraciones importantes de nuestro Pueblo. Con esas palabras, la festividad adquiere una dimensión casi universal. La hagadá no nos habla de un judío sino de un ser humano, y no nos habla de tiempos antiguos sino del hoy y el ahora.
Cada uno de nosotros debe sentir que está saliendo de Egipto. Egipto en hebreo se dice Mitzraim, la raíz de dicha palabra es “tzar” que significa angosto, estrecho. Todos tenemos la obligación y la necesidad de salir de nuestras angustias, nuestras estrecheces.
El séptimo día de Pesaj que estamos celebrando en este Shabat, contiene una lectura especial que relata el cruce del Mar de los Juncos y el posterior cantico de Moshé y B’nei Israel alabando a D’os por su grandeza, al salvar a los hijos de Israel de las tropas egipcias que los perseguían.
Este cantico que llamamos en hebreo Shirat Haiam, el Cantico del Mar, se ha incorporado a la liturgia judía y es recitado todos los días en la plegaria matutina, la tefilá Shajarit, señalando de esta manera, la importancia que significó para el Pueblo judío este acontecimiento.
Salimos de distintas esclavitudes que nos agobian en tiempos modernos, y que adoptan formas más sutiles y sofisticadas. No somos esclavos en los términos del mundo antiguo, pero si lo somos en los parámetros de la modernidad. La droga, las adicciones, el trabajo, los fanatismos religiosos o políticos, son formas actuales que nos esclavizan y nos degradan como humanos.
En estos días difíciles de pandemia, se produce la paradoja que mientras debemos permanecer encerrados en nuestras casas en cuarentenas para evitar el contacto social, celebramos la fiesta de la libertad. Es que Pesaj es más que la fiesta de la libertad física, es la celebración del desatarnos de nuestras esclavitudes interiores y nuestras adicciones que nos amarran.
Es por todo ello que, las palabras de la hagadá son absolutamente actuales y tienen un significado profundo para nosotros judíos en tiempos contemporáneos.
El Pueblo hebreo salió de Egipto en plena noche, en el momento más oscuro, instantes antes del amanecer que trajo la libertad definitiva. Anhelamos que también sea así para todos nosotros en esta época tan difícil.
Shabat Shalom!
Jag sameaj!