Jol Hamoed Sucot

By octubre 20, 2019 Parashot

Tal como lo indica la expresión Iamim Noraim, Rosh HaShaná y Iom Kipur son días solemnes, en los cuales la idea del juicio impone un ambiente de seriedad, de introspección y reflexión.

En cambio, Sucot, que estamos celebrando en este shabat, es la festividad del regocijo, tal como la Torá instruye: SUCOT “Vehaita aj saméaj”, “y estarás excesivamente alegre”, “ve samajta be jagueja” “y celebrarás en tu festividad”.

Tal vez la insistencia específica del regocijo intenso durante Sucot, a diferencia de los otros Regalim que también deben estar acompañados de la alegría, se debe efectivamente a su cercanía y relación con los Iamim Noraim.

Sucot, refleja la profunda alegría espiritual de haber sido definitivamente inscritos por un año de vida. El doble regocijo, debido a la festividad de Sucot –que conmemora la protección Divina durante los cuarenta años de travesía por el desierto– y la finalización del veredicto que empezó en Rosh HaShaná, se manifiesta también por medio del número de sacrificios que se ofrendaban en el Beit HaMikdash.

La Torá ordena que el número de sacrificios sea duplicado en el caso de Sucot.

La Torá identifica a cada uno de los Shalosh Regalim con un evento agrícola. Sucot es Jag Haasif, la festividad que celebra la última cosecha del año, mientras que Pésaj, conmemora el renacer de la naturaleza en la primavera.

Cuando se establece una relación entre Sucot y el Día del Juicio, también se está sentando una relación entre el producto de la naturaleza, indispensable para la supervivencia física de la persona, con la idea de la teshuvá, elemento espiritual indispensable para el individuo.

Es una manifestación adicional de cómo el judaísmo destaca la integridad del ser humano, porque la división entre lo material y espiritual tiene razones didácticas: ambas son expresiones del Creador, quien hizo en un principio cielo y tierra, lo celestial y lo terrenal.

Tal como el agua y la lluvia son vitales para el desarrollo material, el ingrediente moral representado por los Iamim Noraim es trascendental para el espíritu.

La sucá, que es una choza frágil, simboliza la confianza en el Creador.

Es una expresión de fe por la que el hombre puede convertir una habitación rudimentaria en un hogar de entendimiento y armonía, siempre y cuando, el mensaje ético de los Iamim Noraim irrumpa en sus paredes.

Celebremos estos maravillosos días de Sucot con alegría y con la confianza de haber realizado nuestra tarea espiritual durante los Iamim Noraim.

Shabat Shalom ve Jag Sameaj!!!