El miércoles en la noche comenzamos una de la festividades más importantes de nuestro calendario. Esta semana estamos celebrando una festividad central en nuestro calendario, como es la celebración de Pesaj.
Por ello éste shabat es el shabat de Jol Hamoed Pesaj, el Shabat en el medio de la festividad.
Una de las tres festividades de peregrinación, Pesaj es el origen del Pueblo judío como nación. De no haber sido por el Éxodo de Egipto, no existiríamos como nación o Pueblo. Fue en Pesaj donde nacimos a la vida, para posteriormente recibir la Torá que nos organizó con un manual para la coexistencia.
Todos los años hablamos de Pesaj, como una celebración familiar, una reunión con los seres queridos. Este año será distinto. Sólo estaremos los que vivimos en la misma casa, en el mismo hogar.
Abuelos separados de sus nietos, padres lejos de sus hijos casados o con familia, hermanos en países lejanos, cada uno varados por los problemas del traslado internacional o interno.
La pandemia del Covid-19 nos cayó en vísperas de la festividad, como un balde de agua fría que no esperábamos y que nunca pensamos que podía sucedernos.
En Pesaj debemos limpiar nuestros hogares del jametz, el leudante que durante el año ocupa nuestros hogares y nuestras vidas.
El jametz también representa simbólicamente el orgullo y la soberbia que inunda nuestro interior y nos “ infla” cual pavos reales, haciéndonos creer que somos superiores y mejores que los demás. En Pesaj debemos limpiarnos también de esa soberbia y esa vanidad tan propia de los humanos.
Este año más que nunca, deberemos meditar en la soledad de nuestras casas acerca de lo frágil que es nuestra vida y que aún con todos los avances tecnológicos y científicos es precaria. Nos somos tan importantes, ni tan maravillosos. Dependemos unos de otros y la naturaleza todavía nos domina.
Pesaj representa el triunfo de los valores de la humildad y la modestia representados por la “chata” y humilde matzá, que es conocida como el pan de pobreza, el pan del humilde, del simple.
Pesaj significa en hebreo “saltear”, es por ello deseamos que; pueda esta época que comenzamos a vivir, darnos la posibilidad de “saltear” nuestras mezquindades, soberbias y vanidades ayudándonos a construir desde nuestra humildad, similar a la matzá, una sociedad más justa y menos cruel, una sociedad austera y honrada, una sociedad de hombres y mujeres libres y responsables.
El Zohar, comentario cabalístico a la Torá, llama también a la matzá “lejem harefua”, “el pan de la sanación”. Que esta matzá en nuestras bocas a partir del seder, nos traiga una sanación física y espiritual, que nos permita salir fortalecidos y enriquecidos de la contingencia.
Shabat shalom!!!
Pesaj kasher vesameaj!!!
Rabino Efraim Rosenzweig